Ático Donostia

Este ático pedía a gritos una reforma completa ya que era una casa, oscura, vieja y estaba en un estado muy deteriorado. En un espacio tan pequeño el éxito fue aprovechar hasta el último rincón para que no se perdiera ni un solo metro cuadrado. Para ello, era muy importante aprovechar la luz que entraba únicamente por las ventanas de la habitación. Por eso, opté por colocar cristal encima de las paredes que separan la habitación de la sala de estar y así, la luz se cuela por toda la casa. Además otorga una sensación de amplitud muy necesaria en la casa, por eso, también pintamos las vigas, el techo y las paredes en blanco.

Respecto a las piezas de decoración, me gusta destacar el frigorífico, ya que se trata de un Smeg original de la época que todavía sigue en pleno funcionamiento, el mueble del baño que se hizo en hormigón a medida para este baño y la chimenea que es una pieza que le da ese aire industrial y tan personal que quería el propietario.

Ver vídeo Ongi Etorri